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El arzobispo de Lima pide al fundador del Sodalicio responder a las denuncias de abusos
Fotografía tomada en febrero de 2013 en la que se registró al arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne, quien aseguró que "todo lo que sea un abuso o maltrato a los niños no solo es un pecado sino un delito.
El arzobispo de Lima pide al fundador del Sodalicio responder a las denuncias de abusos Fotografía tomada en febrero de 2013 en la que se registró al arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne, quien aseguró que "todo lo que sea un abuso o maltrato a los niños no solo es un pecado sino un delito.

El arzobispo de Lima pide al fundador del Sodalicio responder a las denuncias de abusos.

Lima, 31 oct (EFE).- El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, solicitó hoy que el fundador de la congregación religiosa Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), el peruano Luis Fernando Figari, responda «en la brevedad de lo posible» por las denuncias de presuntos abusos sexuales a menores cometidos en la década de 1980.
En su programa radial de los sábados, Cipriani aseguró que «todo lo que sea un abuso o maltrato a los niños no solo es un pecado sino un delito, y la Iglesia no puede encubrirlo en ningún caso porque caería en una falta de confianza».
El cardenal instó al superior general del Sodalicio, el peruano Alessandro Moroni, a que solicite una respuesta a Figari, quien vive desde 2010 en retiro en Roma.
«No podemos simularlo y esconderlo. Tiene que afrontar una situación difícil, delicada y muy grave. Si calla y otorga, es culpable, pero no podemos condenarlo sin la capacidad de defenderse. Tiene que dar la cara y hablar porque en la Iglesia hay unas normas y un deber», dijo Cipriani.
El arzobispo limeño reconoció que «hace falta recomponer la confianza» en el Sodalicio mediante la claridad y transparencia, y afirmó que el grupo religioso «no está podrido, ni todos sus miembros tienen que estar bajo ese estigma» de los abusos.
Cipriani indicó que, como pastor, tiene la misión de salvar la honra y la imagen de aquellos miembros del Sodalicio que hacen un trabajo muy bueno en colegios y labores sociales.
El arzobispo fue denunciado por el presidente del Instituto de Defensa de los Derechos del Menor (Idderem), Daniel Vega, en su calidad de moderador del Tribunal Eclesiástico por los delitos de encubrimiento real y personal, obstrucción de la justicia, complicidad y omisión de denuncia, a raíz de las acusaciones contra Figari.
Las denuncias de los presuntos abusos sexuales atribuidas a los líderes del Sodalicio salieron a la luz en el libro «Mitad monjes, mitad soldados», presentado la pasada semana por los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz.
El libro presenta 30 testimonios de antiguos miembros del Sodalicio que denunciaron maltratos físicos, psicológicos o violaciones sexuales, algunas de ellas supuestamente cometidas por Figari y por Germán Doig, el ya fallecido número dos del grupo religioso, que incluso estuvo en proceso de beatificación.
Tres de las víctimas de los presuntos abusos cometidos por Figari, que en la actualidad bordean los 40 años, informaron a Salinas que en 2011 presentaron sus casos ante el Tribunal Eclesiástico de Lima y el Vaticano, sin obtener respuesta.
A raíz de la difusión del libro, el Sodalicio emitió un comunicado en el que afirmó «estar avergonzado de lo que hubiera cometido Figari» y aceptó que conocía las denuncias.
El Sodalicio también informó que la Santa Sede designó el 22 de abril al monseñor español Fortunato Urcey, obispo de Chota, como visitador apostólico para investigar el caso y presentar un informe que esclarezca las acusaciones contra Figari.
La Fiscalía de Perú abrió además una investigación sobre las denuncias sin conocer todavía si los delitos podrán ser sancionados, debido al tiempo transcurrido.

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